La finalidad del IRTA es contribuir a la modernización, la mejora y el impulso de la competitividad; al desarrollo sostenible de los sectores agrario, alimenticio, agroforestal, acuícola y pesquero, y también de los directa o indirectamente relacionados con el suministro de alimentos sanos y de calidad a los consumidores finales; a la seguridad alimenticia y la transformación de los alimento; y, en general, a la mejora del bienestar y la salud de la población.